Calendario de podas

Arboricultura
La Arboricultura como actividad diferenciada de la Fruticultura y de la Silvicultura (gestión forestal) tiene pocos años de vida, la International Society of Arboriculture (ISA) fue fundada en 1924. Tuvo un fuerte impulso hace unos 40 años cuando A.L.Shigo, biólogo del Servicio Forestal Americano (USDA) empezó a publicar artículos en los que se trataba al árbol como sujeto de estudio y en años posteriores cuando aparecen sus libros Modern Arboriculture y A new tree Biology se empieza a considerar como una nueva disciplina científica en muchas universidades y se desarrolla en distintos paises como una nueva actividad profesional.
En la actualidad en muchos paises hay formación reglada en Arboricultura y hay multitud de asociaciones profesionales. En España desde el año 1994 disponemos de la Asociación Española de Arboricultura que agrupa a unos 500 profesionales de distintos perfiles.


La poda
Los árboles tienen beneficios para el entorno urbano. Beneficios que se pierden cuando los árboles se someten a podas excesivas y sistemáticas. Es evidente la ausencia de fotosíntesis durante un tiempo, con lo que no fijan CO2 de la atmósfera ni emiten O2. Los árboles desmochados o terciados no dan buena sombra, la sombra es una virtud que nos ofrecen los árboles sobre todo en nuestro territorio con veranos largos y calurosos con muchas horas de sol al día.
Las podas severas tienen numerosos inconvenientes para los árboles como son el debilitamiento, retraso en el desarrollo y muerte del árbol.
También suponen una puerta de entrada de plagas y enfermedades, así como el debilitamiento del sistema radicular y el anclaje del árbol.
Por lo tanto ¿un árbol por el hecho de estar plantado en una ciudad debe ser podado y se le deben cortar sus ramas todos los años? La respuesta es claramente no.
Se ha dicho que la mejor poda es la que no se hace y esto es cierto si consideramos al árbol en un entorno natural pero hay que hacer algunas consideraciones en el medio urbano.
En primer lugar, los árboles que plantamos han sido producidos en un vivero y su estructura ha sido alterada durante el proceso de cultivo, arranque, transporte y plantación. Por otro lado, el medio urbano es un medio con importantes restricciones al desarrollo arbóreo.
Por lo que no hay que podar si no hay una razón de poda. En el arbolado viario la principal razón de poda es sin lugar a dudas su situación, que muchas veces entra en conflicto, con la edificación, el tráfico, la señalización…
Otro aspecto a considerar, son las constantes agresiones que sufren y que conllevan a un envejecimiento prematuro y un alto riesgo de fractura, que obliga a intervenir por razones de seguridad.
Pero no conviene actuar solamente cuando ya se ha producido el conflicto, la poda del arbolado viario tiene su razón de ser como técnica de regulación de la estructura del árbol de forma anticipada. La poda de formación de los árboles jóvenes es la poda más eficiente y debería ser la principal poda urbana.
También hay que señalar que la poda genera poda. En muchas ocasiones las razones de la poda las provocan las operaciones de poda anteriores.
El conocimiento de las leyes que regulan la estructura de los árboles se convierte en el fundamento sólido de las técnicas de poda aplicadas en la Arboricultura. Si cuando cortamos sabemos anticipadamente cuál será la respuesta del árbol hacia nuestra actuación podremos conseguir nuestros objetivos de la forma más eficiente y respetuosa.
